Más que un trabajo, para mí es un servicio. Cada mañana despierto con el reto y la oportunidad de aportar a la salud emocional y espiritual de las personas privadas de la libertad. Creo fielmente que Dios obra en cada uno de ellos, y ver sus avances es, para mí, una oración respondida.
David Alexander Dugarte Salazar
Asistente de responsabilidad social y facilitador social
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Cali, Colombia
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Lima, Perú
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Sandra Constanza Gutiérrez Suárez es la fundadora y directora de Libertad en mi Prisión. Especialista en Gerencia de ventas y banca empresarial, y magíster en Derechos humanos y cultura de paz, ha dedicado su vida a transformar la realidad penitenciaria en Perú, Colombia y otros países de América Latina.
Su trayectoria profesional incluye importantes logros en la modernización del sistema carcelario, como el proyecto de eliminación de dinero en efectivo en penales colombianos, implementado junto a su esposo Diego Velasco y su socio Ricardo de la Parra, mejorando significativamente la seguridad y administración de estas instituciones.
Como directora de Libertad en mi Prisión, Sandra lidera con pasión un enfoque holístico que va más allá de las intervenciones tradicionales. A través de programas educativos, artísticos, deportivos y de formación en valores, ha creado un modelo que no solo busca reducir la reincidencia, sino restaurar la dignidad humana y fomentar una transformación profunda en la vida de las y los internos.
Su visión ha convertido a Libertad en mi Prisión en un faro de esperanza dentro del sistema penitenciario. Para Sandra, cada visita al penal es una oportunidad para demostrar que el amor y la comprensión pueden derribar barreras invisibles pero poderosas.
La motivación de Sandra surge de su profunda fe y de la convicción de que cada persona, independientemente de su pasado, merece ser tratada con dignidad y respeto. Su lema personal, “Sin Dios no hay libertad”, refleja la esencia del trabajo que realiza a diario.
Como conferencista y asesora en proyectos educativos carcelarios, comparte su experiencia y conocimiento para inspirar a otros a involucrarse en esta labor transformadora, demostrando que el cambio real es posible cuando se actúa desde el amor y la empatía.